jueves, 4 de abril de 2013

La relatividad de la verdad es la esencia de la mentira

En este bombardeo de noticias sobre casos de corrupción, acoso a políticos, fiabilidad de los depósitos bancarios y demás noticias relacionadas con la economía o más concretamente con la maltrecha economía de este país, me ha llamado la atención una noticia que parece un cotilleo. Una noticia de envergadura dados los protagonistas: la familia Aznar. Al parecer hubo unas clases de golf para "el señor presidente y su familia" que fueron pagadas a través de una sociedad participada por el ayuntamiento. Más que esta noticia he de reconocer que lo que me dejó estupefacto fue la reacción del alcalde de esos días, Sr. Manzano. En un acto público delante de las cámaras realizó el siguiente comentario: "Pues tú di que eso es falso y échame a mi la culpa". Sencilla solución, parece que medio en broma aunque impagable la sonrisa de la Sra. Botella, lo que se suele llamar sonrisa de circunstancias. Una de esas sonrisas que parecen decir entre dientes "calla, calla que estás metiendo la pata". Es increíble que se considere esto como una solución, que se pueda decir esto con tanta soltura, tal vez la que otorga su continuo uso. El uso de la mentira.

Llega a resultar monótono y aburrido escuchar declaraciones de los políticos sin ningún contenido, prácticamente sin argumentación pero sobre todo plagadas de mentiras. Porque las medias verdades son mentiras, las declaraciones sin mayor respaldo que la convicción de aquél que las realiza son mentiras, la tergiversación de los datos son mentiras y así nos llegan todos los días desde cualquier bando. Cuando las palabras son tan vacías y quieren llevar al equívoco hemos de remitirnos a los hechos. He aquí algunos ejemplos. Declaraciones del señor Rajoy en referencia al presunto acoso a miembros de su partido:"Nadie puede ser acosado, denigrado ni intimidado, y mucho menos aún si el motivo de esa amenaza es haber sido elegido por la mayoría de los ciudadanos. Ése es su pecado y la mayoría no puede ser coaccionado por una minoría". Esta parece una verdad lógica e innegable, pero es una media verdad porque si bien es cierto que los ciudadanos eligieron por mayoría en el escrutinio de los votos emitidos al PP en las últimas elecciones legislativas también es cierto que lo hicieron con un programa que no incluía algunos hechos como  las subidas de impuestos, los recortes en sanidad y educación y las congelación de las pensiones.



Relacionadas con este tema están las justificaciones de estas medidas. Los anuncios de mejora en el futuro, por ejemplo el Sr.Montoro: "a finales de 2014 tendremos que el sector exterior y la demanda interna estarán coincidiendo en la recuperación" y se abrirá "un nuevo periodo largo y sano de crecimiento económico". Ojalá sea verdad pero me permito dudar de las palabras de un ministro que ya manipuló datos como el déficit (bueno, hemos de reconocer que en este caso más que manipular los datos utilizó una contabilidad tramposa que Europa le obligó a rectificar y quizá esto sea peor que la propia manipulación de datos). Dudo también porque durante el periodo electoral habló de un plan de reformas estructurales que tenían claro que acabaría con la crisis en cuanto gobernasen y no fue así. Luego se escudaron en falsos datos de déficit (¿no conocían las falsedades de las comunidades autónomas en las que gobiernan?). Falta de argumentos o argumentos inverosímiles hacen sospechar de este tipo de declaraciones que los hechos con el tiempo pueden dejar en evidencia.

Finalmente un ejemplo de convicción lo hizo la Sra. Cospedal hace más de una año tras la aprobación de la reforma laboral al afirmar que su partido es "el partido de los trabajadores". No sé quién se lo creyó en su momento además de ella misma pero los datos de paro actuales y las condiciones en que volverán a su trabajo cuando acabe la crisis (recordemos, 2014 según Montoro) no creo que sean satisfactorias para los trabajadores (ni los recortes en sanidad que está llevando a cabo en su comunidad autónoma).

Tras tanta declaración subversiva a la democracia ha llegado el colofón por parte del Sr. Ignacio González, presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid que ha considerado que hay que establecer "límites" a la hora de las publicaciones de los medios de comunicación porque hay que "cuidar" el "daño" que se hace a personas e instituciones. Me gustaría que el Sr. Ignacio González se uniese a mi reflexión y considerase si no habría que limitar precisamente las mentiras por parte de los políticos y tanta desvergüenza por parte de personas que se supone que detentan unos cargos y responsabilidades por bien de la ciudadanía y no para enriquecerse ni para obtener ambiciones personales.