miércoles, 9 de octubre de 2013

El acoso de la mentira

En muchas ocasiones el engaño tiene más lógica incluso que la verdad. Se puede plantear una serie de situaciones o aportar datos de tal manera que nuestra razón asiente sin ir más allá en el análisis de aquello que se nos presenta. Esto hace el engaño mucho más efectivo, prácticamente infalible y si algo queda patente en estos días es que en esta sociedad no hay mejores maestros del engaño que los políticos. Aparecen con sus cifras, estadísticas, estudios y sacan sus conclusiones totalmente dirigidas a sus intereses pasando por encima de la realidad si es necesario.
En su lectura de la vida cotidiana, tan lejos del quehacer diario en sus despachos y comisiones, los gobernantes presentan una visión que uno no sabe si se refiere a su país, a un futuro utópico o a tierras lejanas cuyas fantasías llenan las mentes de los más necesitados de un cambio. Tal vez por esta razón, me han indignado tanto las etiquetas como “presupuestos de la recuperación” o frases tramposas  como “los salarios no están bajando sino que se están moderando” o “presupuestos netamente sociales” que han lanzado en días recientes algunos ministros. Mientras, mucha gente continúa en el paro, las condiciones laborales se hacen más precarias y los servicios públicos básicos como educación y sanidad sufren un deterioro manifiesto. ¿Qué recuperación es esta? Espero que en un futuro nos recuperemos pero ahora mismo me parece temerario hablar de recuperación. Con unos pocos datos se nos quiere convencer de una serie de conclusiones partidistas: la mejora es gracias a la reforma laboral y a los recortes. Dudo mucho que sean la razón y si lo son están tardando demasiado y lo que es peor están condicionando el resultado de ésta. Así pues, ¿en qué condiciones quedarán los trabajadores cuando vuelvan al mercado laboral? Salarios que han bajado bastante su poder adquisitivo, impuestos más altos para obtener peores servicios y pagar una deuda que nos lastrará durante años y cuya responsabilidad no ha sido juzgada en ningún momento.
Esta mañana ha llegado la guinda. El Sr.Rajoy responde a las quejas del Sr.Rubalcaba respecto a la pérdida del derecho de atención médica de los emigrantes y al copago de los medicamentos suministrados en los hospitales. La respuesta es la típica de estos diálogos de besugos en que se han convertido las comparecencias en las Cortes, donde no se argumenta nada y se acusa mucho, donde se habla del tema que les interesa aunque no tenga nada que ver con el asunto en cuestión. El Sr.Rajoy ha comenzado hablando del aumento de parados entre 2008 y 2011 y a continuación ha justificado esas duras medidas por la necesidad de conseguir esa “maravillosa” recuperación. Dentro de esta respuesta ha dicho que se han conseguido disminuir desequilibrios. ¿De qué desequilibrios hablaba? ¿De la balanza comercial? Desde luego no será el desequilibrio entre las rentas de los ciudadanos ya que durante su gobierno ha quedado claro que su manejo de la crisis ha llevado a los ricos a ser más acaudalados y a los pobres a ver más comprometida su situación.

En definitiva esta defensa de su gestión, esa insistencia en la recuperación es otra mentira más que forma parte de esa maquinaria poderosa que tiene como siniestro lema “Una mentira repetida mil veces se acepta como verdad”. Tal vez sea la mentira más efectiva y ante la que nuestra propia visión de la realidad  nos ha de mantener alerta.