domingo, 10 de febrero de 2013

Respuestas vacías


Tal y como anunció, el sr. Rajoy publicó sus declaraciones de la renta. Muchas gracias. Lo podía haber hecho antes, no tiene ningún sentido este gesto. No aclara nada en el asunto Bárcenas. Los ingresos irregulares no se declaran. En este mundo de imágenes, gestos y palabras vanas se ha llevado a cabo una simple y algo burda representación. El presidente ha hablado, el presidente ha actuado, el asunto está terminado. Esta concatenación de hechos serían la solución si llevarán un contenido. Pero hay errores difíciles de enmendar y se corre el peligro de empeorar la situación al intentarlo.
La variabilidad en el mensaje de los dirigentes del PP respecto al señor Bárcenas desde su implicación en la trama Gürtel, junto a la tardanza en dar respuesta a preguntas directas sobre las pruebas encontradas, han creado una desconfianza general. Se tiene esa sensación de pillar a alguien en falta, de que la demora en la respuesta es la búsqueda de una mentira que permita salir de la situación.
Cuando se permite que sigan en su puesto personas bajo sospecha como la señora Ana Mato en un ministerio de tan vital importancia como el de sanidad o el señor Montoro que permitió una amnistia fiscal que ahora se muestra como una panacea para sinvergüenzas de distinta índole, no se puede pretender que la muestra de una declaración de la renta se pueda considerar un gesto fiable y rotundo. Esto es lo que esperan los ciudadanos y mientras esto no sea así este tema no estará acabado.
La respuesta de los dirigentes del PP ha sido, ahora tú, enseña la tuya. No está de más este gesto pero sigue sin aclarar que manejo de dinero ha tenido lugar en el partido que gobierna a este país en crisis. Un estado en el que algunos empresarios pueden recurrir a una amnistía fiscal mientras que los impuestos suben para el resto de ciudadanos, un país en el que como primera solución al desempleo fue una reforma fiscal que lo abarataba y que un año después sólo ha sido alabada por los empresarios sin que las cifras de contratación respecto al despido hayan mejorado, una nación donde muchos empresarios (ahora ensalzados como emprendedores que nos sacarán de la crisis) prefieren  aportar dinero a las arcas de un partido en lugar de financiar la investigación como inversión de futuro. En definitiva, tengo la sensación de que vivimos en un lugar donde cualquier sinvergüenza puede convertirse en un gobernante.

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