martes, 3 de febrero de 2015

Pacto de cara a la galería

Las ejecuciones llevadas por representantes del Ejército Islámico nos presentaron a un grupo islamista radical y violento que fue desplazando a Al Qaeda en las portadas más siniestras para mostrarse en sus diferentes y desgraciadas variantes: secuestros y ejecuciones de periodistas, ataques de individuos en solitario intentando causar el mayor número de víctimas, etc. Sin duda, una de sus acciones más impactantes fue el ataque a la redacción de la publicación humorística francesa Charlie Hebdo. A partir de este hecho, se ha elevado el tono de alarma entre los gobernantes, que saben muy bien el poder que el miedo ejerce sobre la población.
No es de recibo que sea ahora cuando se sienta la urgencia de cambiar la legislación y extremar el estado de alerta ya que, la existencia de estos grupos ya se conocía de hace tiempo ¿es verdaderamente la necesidad de proteger a los ciudadanos lo que ha llevado a la búsqueda de un pacto? ¿No se podía haber hecho antes?¿No será otra maniobra para ganar popularidad ante las cercanas elecciones? El peligro del terrorismo islámico en países europeos  ya se conocía, por desgracia, en este país que sufrió duramente sus consecuencias. En su momento se aumento la vigilancia para evitar que actos de violencia terrorista se repitiesen. Desde luego, hay que evitarlo pero también cortar la raíz, el adoctrinamiento, y por tanto, mejorar la situación de las personas que, por falta de educación o por vivir en una situación desesperada en la que no tienen nada que perder, se lanzan a una llamada Guerra Santa que es la burda excusa de unos locos asesinos.
El pacto antiterrorista PP-PSOE ha sido una escenificación para salir en la foto y en los noticiarios. El PP se quiere mostrar así como garante de seguridad, el PSOE como partido capaz de sacrificar sus diferencias por el bien común. Personalmente, creo que ha sido un esperpento ridículo. El PSOE entra de lleno en un doble juego en el que ha estado girando a la izquierda para recuperar votos de los decepcionados, al tiempo que busca mostrarse como una fuerza estable ante la imagen más revolucionaria de Podemos. En esta bifurcación en busca del voto perdido hace algo tan absurdo como firmar un pacto y a continuación afirmar que derogarían cualquier propuesta de cadena perpetua revisable si gobiernan. He leído el acuerdo y todo parece razonable salvo precisamente el primer punto. Se define de manera tan vaga lo que se va a considerar terrorismo que, en interés de la seguridad público (o atemorizando con cualquier amenaza), se pueden considerar muchas acciones como terrorismo. Ese apartado uno huele realmente a represión y tal vez por eso en la conseguida foto se ve sonreír triunfalmente al representante del PP mientras le flanquea el del PSOE con sonrisa de circunstancias.
En definitiva, una nueva muestra del populismo que tanto le gusta echar en cara el PP a Podemos. ¿Serán capaces de considerar a esta formación, que han demonizado, como una amenaza y considerar sus manifestaciones como peligro terrorista? Sinceramente, esté de acuerdo o no con lo que diga Podemos, me parece antidemocrático utilizar el miedo y echarse las manos a la cabeza imaginando una victoria de este partido como único argumento en su contra. Ya podía el PP en su búsqueda de pactos haber intentado un acuerdo en materia educativa que tal vez sea más urgente para nuestro futuro que amenazas apocalípticas.


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